sábado, 15 de octubre de 2011

MARZO 2009



4 Marzo 2009



14,38 p.m.



Esther:

Dime Jesús



Jesús:

Tu abuela paterna ruega por ti.



Esther:

¿Está en la gloria?



Jesús:

Sí, lo está.

Tienes a todos tus familiares para encomendarte a ellos.

Tus santos gozan con interceder por sus más allegados en la tierra.

No desperdiciéis este tesoro.

Tienes una multitud de almas que, por derecho propio, pueden interceder por ti con mayor fuerza que tus desconocidos porque ellos te gozaron en vida, y ahora su amor por ti es tan grande que desean que sepas cuanto pueden hacer desde el cielo.

Vive en fe Esther.

Aunque no veas la multitud de ángeles y santos que te acompañan, pídeles ayuda.

Verás el poder que Dios, Mi Padre, les concede por sus familiares y amigos.

Ellos son ya tan santos como los que veneráis y son conocidos.

Y ellos además, están muy unidos a quienes fueron sus familiares.

Acude a ellos.

Yo te los ofrezco porque ya son parte de Mi Cuerpo Místico resucitado.

Ya son parte de Mí.



5 Marzo 2009



16,40 p.m.



Esther:

Jesús, ya ves que nulidad soy, he venido con mucho apetito y he repetido lentejas.

Sin embargo, he recordado lo que me pediste, y me he lavado los dientes tras cada comida.

¡Oh Señor!

¡Qué debilidad!

Si quieres reconfortarme hablándome al corazón, por favor hazlo.



Jesús:

¡Cómo Me enterneces!

Sé todo lo que vives y sufres.

Estamos juntos en la pasión.

Pero en la pasión, hubo tanto amor y tanto gozo, que es indescriptible para vosotros.

En la pasión, el sufrimiento Me hacía amar más aún, amar todo vuestro dolor.

Por eso, Esther, no temas al dolor.

El dolor dignifica, el dolor os hace depender profundamente de vuestro Dios.

El dolor os une a Mí.

Tu dolor, Esther…

¡Te purifica tanto!

Necesitas aún llegar al centro mismo de Mi corazón.

Y Yo te quiero ahí, en Mi corazón.

Por eso tu dolor.

Te dije que sería el tuyo, un dolor de amor.

Tu amor por tu padre, tu amor por tu hijo, tu amor por Mi promesa, tu amor por tu familia, tu amor por tus amigos, tu amor por los que sufren, tu amor por los pecadores, tu amor por el mundo.

Es tan grande el amor que te doy, que necesariamente es también muy grande el dolor que padeces por amor.

Confía en Mí.

Recuéstate en Mí.

Abandónate en Mí.

Yo soy el bálsamo que cura heridas.

Yo soy la dulce nana que te adormece en los brazos de quien te ama.

Yo soy Madre y Padre.

Yo soy quien te cuida, quien te abraza, quien dispone los acontecimientos para tu bien, y de tal manera los dispongo, que Mi sabiduría encaja todas las piezas del puzle del universo.

Tú, Esther, nada temas.

¿No ves que vivo en ti?

¿No ves que tú y Yo casi somos Uno?

Tu sufrimiento es Mío, pero tu gozo se une a Mi gloria.

Mi resurrección es tu propia resurrección al dolor y a la muerte.

Sé que confías en Mí.



7 Marzo 2009



Jesús:

Esther, eres un alma limpia.

Por eso Me permites habitar y hacerme pleno en ti.

Tus pecados y tus miserias, son cosa Mía.

Mi gracia hará que los venzas.

Tu pobreza, Esther, Me ha enamorado.

Nada llegaste a tener, pero cuidas de Mi corazón.

Quien no pasa de largo ante Mi corazón herido, sufriente, lleno de amor, es poseído por Mí en plenitud.

Mi corazón os llama a la conversión, y convertirse no es otra cosa que amar.

Yo os llamo al amor, al amor verdadero, al amor profundo, al amor total.

No tengáis miedo.

No sufráis.

Yo estoy con vosotros.

Yo soy el todopoderoso.

Yo soy el humilde.

El humilde todopoderoso, cuya esencia es sólo amor.

Guiaré a todo el que quiera dejarse guiar.

Bendeciré a todo el que quiera dejarse bendecir.

Sanaré a todo aquel que quiera ser sanado y Me lo pida con fe y humildad.

Multiplicaré los bienes de Mis hijos fieles.

Mi amor se manifiesta en la tierra y en el cielo.

Cuento con vosotros.

Cuento con vuestra entrega.

Cuento con vuestro amor.



9 Marzo 2009



17,38 p.m.



Esther:

Sé que Tú, Jesús, todo lo tienes dispuesto para mí, aunque yo no entienda, aunque yo no vea nada.

Te ruego que me des una mayor humildad de vida, una mayor confianza en Tu palabra, y que derrames Tus siete dones espirituales sobre mi pobre ser.

Te pido que me liberes de las cadenas que aún me quedan para volar muy alto.

Yo sé, Jesús, que me amas, que nos amas a todos.

Mi confianza y seguridad eres Tú, querido Jesús.

Arrópame, escóndeme en Ti, no quiero salir de Ti jamás.

Ten misericordia de mis pecados, olvídalos para siempre y cúbreme con Tu manto de gracia y de pureza.



Jesús:

Escucho tu oración.

Conozco tu gran pobreza.

Deja que Mis manos te transformen.

Déjame hacer en ti.

La gloria de Mi boca forma las palabras que se te hacen conocer.

No las guardes en balde.

Grábalas a fuego en tu corazón.

Son para ti.

Son un regalo de amor.

Guárdame en tu corazón.

Custódiame.

Protégeme.

No permitas que Me maltraten.

Se Mi esposa fiel.

Confío en ti.



10 Marzo 2009



20,57 p.m.



Dios Padre:

Confía en Mí.

Confía plenamente en Mí.

Tú eres Mi delicia.

Mi delicada perla.

Tus actos de amor son puros.

Yo te llevo sobre las palmas de Mis manos.

Nada temas, querida hija Mía.

Nada te preocupe.

Quédate tranquila.

¿Sabías que todo lo puedo?

¿Sabías que escucho toda oración?

Tu fe, Esther, te ha salvado.

No es tu gran deseo el que te hace entender estas palabras, sino Mi gran deseo de que las oigas.

Entra en la paz de Mi corazón.

Entra ya en la confianza total en tu Padre que está en el cielo y que no deja un instante de cuidar de vosotros.

Sigue viviendo de Mí y de Mi amor.

AMÉN.





14 Marzo 2009

15,40 p.m.



Me tumbo a echar la siesta y le dijo a Jesús que venga a mis brazos.

Que lo recojo como si fuera un niño pequeño.

Le he dicho que yo soy madre aunque al mismo tiempo soy muy niña.



Cuando lo he recogido en mis brazos me ha dicho Jesús:

Salva a Mi Iglesia.

Nada Me satisface más que la salvación de Mi Iglesia.

Vosotras podéis hacer mucho por la Iglesia.

Es vuestra madre.

¿No buscarías los medios para salvar a vuestra madre?

Un hijo que ama y se sabe amado por su madre, correrá a buscar la medicina cuando su madre enferme.

Y vuestra madre está enferma de muerte.

Vuestra madre agoniza de dolor.

Vuestra madre necesita de sus hijos pequeños para que salgan y socorran su dolor y su agonía.

Sus hijos pequeños, sin apenas saber qué hacer, sadrán a las calles, a los campos, a los edificios, y gritando y llorando dirán:

¡Mi madre sufre mucho, mi madre está enferma de muerte!

¡Por favor ayudadme!



17 Marzo 2009



11,40 a.m.



Jesús:

Esther...

Yo sé que estás triste.

Y también lo está Marta.

No os preocupéis.

Confiad en Mí.

Mi corazón se apiada de toda la humanidad.

Mi corazón abre sus compuertas para todos vosotros.

Sois bien recibidos.

Venid a Mí los cansados, los fatigados, y Yo os daré descanso y regocijo a vuestras almas.

En Mí lo halláis todo.

Quédate en paz.

Todo lo hago Yo.

Valoro enormemente a cada uno de vosotros.

Lucho por salvaros a todos, y cuento en esa lucha con algunos hijos queridos que Me ayudan.

Vosotras Me estáis ayudando.

Sois voces que nadie quiere oír.

Pero Yo haré que sea Mi voz la que se oiga.

Seguid defendiendo Mi causa.

Que no os derrumbe la incomprensión y las puertas cerradas.

Con eso tenéis que contar.

Pero la perseverancia vuestra os llevará a lo que os tengo preparado:

El gozo de servir con efectividad a vuestro Señor, a vuestro Dios.

La pureza de vuestros dos corazones inunda el Mío de alegría.

Seguid, perseverad.

Los obstáculos con los que estáis tropezando los quitaré Yo.

Confiad en Mí.

Pero perseverad buscando Mi reino.

Te iré hablando, Esther, en la medida en que Mi corazón lo desee.

Estate atenta a Mí.

Escucha Mis palabras.

Anótalas.

Han de llegar muy lejos y salvar a muchos hijos.



18 Marzo 2009



7,48 a.m.



Esther:

Buenos días, amado Jesús.

He dormido poco y estoy algo cansada.

Pero sólo quiero servirte y hacer en este día todo lo que pueda por los demás olvidándome de mi misma.

Dame la gracia y la fortaleza para ello.



Jesús:

¿Por qué tienes miedo, Esther?

¿De qué?

¿Creéis que duermo?

No, Yo soy vuestro vigía.

De noche y de día Me mantengo en vuestro cuidado.

¡Si vierais con cuanto agrado os tengo a Marta y a ti en Mi corazón!

Mi sonrisa y Mi complacencia es para vosotras, oh pequeñas almas de niña!

¡Cuánto desearía que todas las almas fueran infantiles y confiadas!

Mi Santo Espíritu os guía.

Ha hecho morada en vuestros corazones y con su suavidad os dirige en el camino correcto.

El cielo se goza con vuestra actitud de servicio hacia vuestro creador.

No os sintáis solas.













19 Marzo 2009



2,00 a.m.



Esther:

Felicidades, padre eterno. Hoy celebramos tu día, el día del padre.

Felicidades San José y todos los padres y Pepes que ya están en el cielo.

Felicidades también a los que aún están en el purgatorio.

Por ellos ruego especialmente para que hoy entren a gozar de Ti, mi querido Dios.

¿Qué ha pasado con mi vida, Jesús?

¡Sólo deseo estar junto a Ti, escuchar cosas de Ti!

Mi vida y mi pensamiento se han centrado tanto en la contemplación, que me siento como una extraterrestre en las cosas del mundo.

¿Cómo compaginar todo esto, Jesús?

Ya sólo sé hablar de Ti.

Apenas me interesa nada que no te tenga a Ti como centro.

Amado Jesús, me mantienes en medio del mundo sin entender yo bien el por qué.

Tú sabrás.

Yo acepto, con tu gracia.

He tenido un ataque del divisor.

Lo he visto con mi imaginación.

Esa ansiedad y miedo que me inundaron anoche me las infundía él.

Me ha invitado a pecar contra la pureza y ahí es cuando lo he descubierto.

Oré a mamá María y algo mejoró mi cuerpo y mi espíritu y recordé que tengo en casa agua bendita y fui a santiguarme con ella, y santigüé también a mi hijo.

Todo se ha ido.

BENDITO SEA DIOS. ALABADO SEA SU SANTO NOMBRE.

Y ahora, Jesús ¿qué deseas de mí?



Jesús:

Deseo tu amor para Mí.

Deseo que seas tierna y dulce Conmigo.

Deseo que Me acompañes en Mi soledad.



Esther:

Lo haré Señor, pero ¿cómo puedes estar tan solo?



Jesús:

Cada alma que no está junto a Mí, Me produce tristeza y soledad.

Por eso abuso de ti y de otras almas para estar constantemente con ellas.

A vosotros os colmaré de Mí y de Mis dones y gracias.

No Me dejéis tan sólo en vuestros corazones y en el Sagrario.

Os estoy esperando constantemente.

Siempre os espero.

¿Recuerdas el himno a la caridad?

Ese es Mi amor.

Siempre espera, siempre perdona, siempre se alegra con el encuentro.

¿Cómo sois tan duros de corazón?

¿Cómo tan sordos?

¿Cómo tan ciegos?

Os hago sentir, os hago oír, os hago ver.     

Mirad Mi rostro...

¿Hay algo en Él que os asuste?

Contemplad Mi mirada…

¿Cabe mayor ternura y deseo?

Mirad Mis manos...

Están tendidas para ayudaros.

Oíd Mi voz...

Sólo os dice:

¡OS AMO!

Y os lo dice de mil maneras...

A veces con Mi propia corrección para vuestra perfecta felicidad.

Cerrad los ojos y palpadme.

No soy un Dios lejano, al contrario, soy más íntimo a vosotros que vosotros mismos.

He plantado Mi tienda en vuestros corazones.

Vedme en vuestro interior.

Daos cuenta de que estoy realmente en cada uno de vosotros porque sois parte de Mí y Yo soy parte de vosotros.

Quien Me descubre, Me ama.

Pero no grito ni fuerzo a que Me améis.

Sólo susurro suavemente:

¡Aquí estoy!

¡Cuenta incondicionalmente Conmigo!

¡Yo te amo!

Esther, ámame esta noche.

Sólo ámame en el silencio, en la contemplación y en la ternura que invadirá todo tu ser.

Y cuando el sueño te venza, duerme apacible y confíada en Mis brazos.

Yo velaré por ti y cuidaré de tu descanso.

¿Hay algún guardián mejor que Yo para tu vida?

¿Hay alguien que te ame más?

¡Mi delicia sois vosotros, hombres de poca fe!



20 Marzo 2009



20,25 p.m.



Jesús:

Te quiero fuerte, Esther.

Quiero que confíes total y absolutamente en Mi.

Mis palabras se cumplirán.

Todas las que te he dicho.

Todas.

Veo cómo te tambaleas perdiendo la fe en Mí.

No sucumbirá la barca con la tempestad pues Yo voy en ella.

Pero vuestra poca fe Me abruma el alma.

¿Cómo has perdido en tu memoria tantos milagros?

¿Tantos signos como te he hecho ver?

¿Cómo tú, Esther, tienes también el corazón incrédulo?

¿Cómo olvidar que soy Yo quien mando?

Hasta en ti encuentro la duda de Mis palabras.

Arrepiéntete.

Pide perdón por tu falta de confianza.

Repara y ofrecerme grandes actos de amor y misericordia.

Ora por ti y por los tuyos.

Y vuélvete a Mí con mucha humildad.

Entonces Yo te perdonaré.



28 Marzo 2009



22,30 p.m.



Esther:

¿Es Tu verdadero rostro el que estoy viviendo yo, arreglado por la nasa, de la sábana santa?



Jesús:

Si, lo es.

Guarda silencio.

Así Me escucharás.

Iré despacio.

Gracias por esperar.



29 Marzo 2009



23,00 p.m.



Esther:

Señor Jesús, y mi Señor, hoy tengo muchos motivos para darte las gracias.

Ahora Jesús, estoy en el silencio por sí deseas decirme algo porque yo me ofrezco a Tu servicio sólo para darte felicidad y gloria.

Te he entregado mi voluntad, mi libertad, mi corazón, y mis proyectos.

Deseo que los acojas y los hagas Tuyos.

Me siento suspendida en Ti, aspirándote.

Te he pedido que me exhales Tu aliento para tener vida.

Cólmame de todo, que estoy vacía y lo que tengo es por gracia.

Nada me pertenece, ningún mérito es mío.

Todo es un regalo de Tu amor.



Jesús:

Esther, Esther querida...

No sabes que deleite tus palabras.

Son todas dulzura para Mí.

Te haces amor para Mí y Me hago amor para tí.

Nada temas.

Te protejo y derribo a tus adversarios.

Eres el centro de Mi predilección.

Eres para Mí la dulzura encarnada.

Eres un oasis de descanso y de amor para Mi herido corazón.

Cuenta Conmigo.

Cuenta en todo.

Estoy de tu parte.

Te precedo en el camino, sigue siempre Mis huellas.

Mis huellas tienen forma:

Son corazones que van dejando huella.

Mi único corazón se desdobla y multiplica en infinitud de signos de amor, de corazones que voy dejando, como huellas, en el mundo creado por Mi Padre para Mí.

Ahora, duerme en Mi regazo.

Duerme mientras te acaricio y te mezo sobre Mí.

Soy tu Madre y tu Padre, tu Hermano, tu Amigo, tu Esposo.

Soy vida para ti.

Yo soy la vida y doy Mi vida por vosotros, para que tengáis vida en plenitud y abundancia.

Mira siempre con esperanza llena de vida.

Actúa con plena caridad con el prójimo y contigo misma.

Y así actuarás en caridad para tu Dios.

La fe te permitirá amar de una manera extraordinaria y esperar contra toda esperanza, porque lo que te ha dicho tu Dios y Señor, eso se cumplirá.

Estherita amada, duerme en Mí.

1 comentario:

  1. Best Slots by Online Casinos - Lucky Club Live
    Welcome to Lucky Club Live, one of the world's leading online casinos offering top casino games, luckyclub and a 100% up to €300 Welcome bonus.

    ResponderEliminar