sábado, 15 de octubre de 2011

JULIO 2009



3 Julio 2009



15,00 p.m.

Ya en casa.



Jesús:

Hay una gran sordera espiritual.

Os tapáis los oídos para no oír Mi voz.

Yo susurro al corazón y al entendimiento.

Soy Yo.

Soy Yo.

Soy Yo.

Estoy dentro de vosotros.

¿Cómo no Me sentís ni Me oís?

Reposad y descansad sobre Mí.

Soy vuestro cimiento.

Os sustento la vida.

Camináis sobre Mí.

Mi palabra es vuestro alimento.

Mi cuerpo y Mi sangre os dan la vida.

¡Oh criaturas imperfectas!

¡Cuánto os quiero!

!Qué amable para Mí es vuestro rostro!



5 Julio 2009



8,50 a.m.



Jesús:

Esther, para pecar hay que querer ofenderme.

Y hay pecados de debilidad, no de culpa y consentímiento.

Los pecados de debilidad Me hacen estar aún más pendiente del hijo que sucumbe, que si no los cometiera.

Más Me acerco a él, más ternura hacia su alma sale del fuego de Mi corazón.

Sólo Yo juzgo.

Y a cada uno de vosotros os juzgaré de manera diferente y diferente también cada caída de vuestra vida.

Sólo tened en cuenta la voluntad de querer ofenderme.

Realmente hay pocas almas que pequen gravemente contra Mí porque su corazón está ofuscado por Satanás, invadido por el miedo, atado con cadenas a esclavitudes...

Por eso…

¡No temáis!

¡No os agobie y os destruya la culpa que Satanás desparrama sobre vosotros!

Yo sé, criaturas Mías, a cuánto mal estáis expuestas y la poca luz que hay en vuestro interior.

Sólo si teniendo plena luz y pleno conocimiento, decidís con libre voluntad despreciarme y ofenderme...

Entonces entraréis en la muerte.

Habréis pecado mortalmente.

Porque supone la muerte del alma el querer dar muerte a vuestro Dios.

Así pues, Esther, anuncia que no quiero que os sintáis apesadumbrados de culpas, sino deseosos de santidad y felicidad.

El deseo de mejorar abre las puertas de vuestro corazón para que Mi Santo Espíritu os haga suyos y cumpla vuestro deseo y vuestro afán.

La culpa os hace caer más fácilmente porque su peso sobre el alma le roba la fuerza para seguir y la alegría para mejorar en virtudes.

No os sintáis culpables.

Sentíos muy amados y sabed que Yo deseo que tengáis la intención de santidad para poder actuar en vosotros.

¡Os quiero tanto!

¡Es tan triste la situación del alma a la que Satanás atormenta con la culpa!

Yo vengo a por vosotros.

Yo ya he pagado todo por vuestra salvación.

¡Estáis libres de culpa!

¡El pecado quedó desterrado!

El pecado ha muerto en Mi cruz redentora!

Andad, hijos Míos, libres de la carga de la culpa, sin peso alguno de las insinuaciones de Satanás.

Levantaos de vuestra postración, pedid perdón y corred llenos de júbilo hacia Mi.

AMÉN.



9 Julio 2009



12,55 p.m.



Esther:

¡Jesús Mío!

¡Te amo!

¿Sabes cuánto te quiero, Jesús?

Te quiero TODO.

TODO MI AMOR ESTÁ IMPREGNADO DE TI.



Jesús:

Esther, sí que te amo.

Serás bendita por siempre.

Confía en Mí.

Yo soy Tu salvador.

Te llevaré abrazaba a Mí hasta el cielo.

Descanso en ti y en tu alma pura.

Mi casa está en tu ser.

Mi bendición recae sobre ti.



22,10 p.m.



Espíritu Santo:

Nada Me importa tu debilidad.

Yo quiero sanarte a través de la Eucaristía.

La Eucaristía es todo: es alimento, bebida, salud, alegría, virtud y felicidad.

La recepción continua del Cuerpo y la Sangre de Cristo, hace vida en vosotros y os otorga la vida auténtica.

Tómala como medicina de amor.

Ya sabes que el amor todo lo sana, que el amor todo lo puede, que la salvación viene del Amor.

Y la Eucaristía es PURO AMOR.

Dios se os dona por completo, en totalidad y humildad, escondido en el Pan y en el Vino.

¡Pero mirad lo que veis no con los ojos del cuerpo, sino con los ojos del alma y del corazón!

Ese pequeño trozo de Pan...

Ese pequeño sorbo de Vino...

¡Llevan en sí la plenitud de todas las plenitudes!

¡Es Dios mismo!

¿Os dais cuenta?

Por Mi fuerza, el Espíritu de Dios, ese en Pan y ese Vino adquieren consistencia divina, Se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Jesús y cada Eucaristía seguirá viva eternamente.

Cada Eucaristía seguirá siendo celebrada eternamente en los cielos.

Siempre habrá Eucaristía.

Siempre habrá comunión entre Dios y su criatura.

¡Sed santos, como Yo soy santo!

¡Sed también hostias eucarísticas, hostias eternas para el Padre!

¡Sed trocitos de "nada" convertidos en ofrenda celeste!

Os amo.

Soy el Santo Espíritu de Dios.



13 Julio 2009



22,55 p.m.



Esther:

Hola, mi amado Dios.



Jesús:

Hola Mi amada criatura.







Esther:

Hoy estoy enfadada con tus hijos que hacen mal su trabajo (los pintores, especialmente el jefe)

¡Ayúdame a tener respeto pero también a poner las cosas en su sitio!

¡Me siento tan sola, Jesús!



Jesús:

Yo estoy contigo.

¿No has contado Conmigo?

Yo te hago ver y te hago fuerte.

Yo te sostengo en tu debilidad y tus sufrimientos.

Yo estoy siempre contigo.

Yo cuido también de que tu casa, en la que moraremos, quede dignamente arreglada.



Esther:

Si Jesús, ayúdame.

No me sé manejar en el mundo con la gente que, si eres buena, se aprovechan de ti.



Jesús:

Esther, denuncia y sé firme cuando expongas la necesidad de un trabajo bien hecho.

Satanás es el que mete prisa y exige una cuantiosa suma de dinero.

Corta y vence a Satanás en su propio terreno.

No es al pintor a quién vas a amonestar sino a Satán a quién vas a humillar.

No tengas miedo.

Yo estoy contigo.

Yo te cuido.

Yo te amo.

Cuenta Conmigo.

Yo cuento contigo para que denuncies su pésima actitud.

Te amo.

Duerme en paz.

Duerme junto a Mí.

Te beso.

Te quiero.

Eres Mía.

Y Yo soy tuyo.

AMÉN.



Ayer, yendo a casa de mis padres, pasé junto a la Iglesia y vi por la calle a una señora con una cruz colgada muy grande, moviendo los labios como rezando el Rosario.

Y Yo dije a Jesús: "!Ay, mi Jesús, que pocos Rosarios rezo yo!".



Y la Virgen me contestó:

Porque eres muy pequeña.

¿Has visto a los bebés rezando un Rosario?

Los bebés como tú, sólo besan, ríen, abrazan y dan ternura a sus padres.

Eso ocurre contigo.

Tu oración es la de un bebé.

No te preocupes.



16 Julio 2009



22,27 p.m.



Esther:

Hola, mi dulce Jesús.

Te he hecho un sitio en esta mesa de la terraza del bar, como Tú me dijiste.

Todas las mesas están llenas de amigos o familiares.

Sólo yo, aparentemente, estoy sola en la mía.

Pero lo que nadie sabe es que soy la persona mejor acompañada de todas.

Y me pongo a hablar Contigo por escrito en lugar de hablar en alto como los demás.

¡Qué misterio, Señor, es nuestra alma!

¿Sabes Jesús?

Me ha gustado mucho como ha quedado la casa nueva.

La he preparado para que vivamos juntos.

Y María será la reina de nuestro hogar, el Espíritu Santo quien nos custodie y nos dirija, y Abba será nuestro rey y nuestro dulce y buen Papá que a todos nos cuidará.

¡Oh Señor!



Jesús:

Esther, ¡qué grande es Mi amor por ti!

¿Sabes cuántos hijos Míos se han acordado de que existo y de que di hasta la última gota de Mi sangre por ellos?

En este bar, ninguno.

Y Yo miraba y miraba...

¡Tan ocupados en comer y en beber...!

¡Tan embotado su corazón de cosas mundanas que de nada valen...!

Si Me hubieran sentado como tú junto a ellos, Yo habría sido su anfitrión.

Yo les habría inundado de paz y de alegría.

Pero se irán del bar con el estómago lleno y el alma tiritando de frío y de soledad.

A pesar de todo, Esther...

¡Cuánto los amo!

¡Como deseo que Me sienten a su lado!

¿No saben que estoy como mendigo, solicitando su amor?

¿No saben que los estoy mirando con la mayor ternura que se pueda desear?

¡Oh Esther...!

¡Llévame a ellos, entrégame a sus corazones!

Yo Me nutro de vuestro amor.

Yo Me siento en plenitud cuando recibo vuestro amor.

¡Es tan sencillo!

¡Quiero que disfrutéis de las delicias de una noche de verano bebiendo y comiendo, pero lanzad una mirada al cielo y dadme gracias!

Porque YO SOY quién proveo los alimentos, la bebida, la salud corporal, el aire que respiráis, la luz de la luna y las estrellas del firmamento.

SOY YO.

¿No lo advertís?

SOY YO.

¡Quién os ama tanto!

¡Quien sólo desea ser correspondido con vuestro amor de niños!

¡Oh Esther!

Di que Me hagan un sitio en sus corazones.

Di que miro cada mesa llena de Mis hijos como un mendigo suplicante.

Di que sólo deseo que Me reciban aunque sigan con sus conversaciones.

Si Me hacen un lugar, Yo bendeciré sus vidas, sus familias, su hacienda, sus proyectos.

Ya sabes, dulce Esther, sólo deseo dar.

Y Me doy a Mí mismo que soy la plenitud de los amores.

Ámame tu esta noche, Esther.

Siéntame a tu mesa porque nadie Me ha invitado.

Ni siquiera han percibido Mi presencia.

A ti, dulce hija, te daré lo que tenía dispuesto para todas las mesas del bar.

¿Lo aceptas?

¿Lo recoges?

Mis manos están llenas de gracias y nadie ha deseado que Me siente junto a ellos para regalárselas.

¡Todas son para ti, Esther!

¡TODAS!

Las verás con tus ojos y sabrás que esta noche, en este bar, sólo tú Me sentaste a tu mesa y Me invitaste a tu corazón.

Todo tuyo soy con todos Mis bienes.

Gracias, amor.

¡Siempre te querré!

AMÉN.

BENDITA SEAS.



22 Julio 2009



11,35 a.m.



Jesús:

¿Sabes, Esther?

Esta misión la he encargado a Mis pequeños.

Vuestras pequeñas manecitas harán la obra junto a Mí.

La obra de renovación de todo el universo.

Todo será removido.

Todo será sanado.

Quedaréis aquí los más pequeños.

Sólo habitará el nuevo edén el alma pura e infantil.

¿Ves Esther que poca dificultad hay entre Mis pequeños para reconocer Mi voz?

Mi voz sólo la reconocen Mis ovejitas.

No la reconocen el resto de los animales del campo.

Ni los perros, ni los búhos, ni los conejos, ni ningún otro animalito que no se haya hecho corderito dócil y pequeño.

Pero esos corderitos, vosotros Mis pequeños, esos sí que reconocen Mi voz.

Y Yo los llevo.

Yo los pastoreo.

Yo soy vuestro fiel pastor.

Vuestro único pastor.

El que os alimenta y os cura.

Creed pues lo que digo a Mis pequeños.

Iré presto a rescataros de los peligros del bosque donde vivís.

Os recogeré en un solo círculo y fortificaré vuestra seguridad para que a vosotros no sólo, no os ocurra nada en la gran tribulación, sino que no os falte ni el alimento, ni el vestido, mientras pasa Mi ira sobre la tierra y se establece Mi gloria.

Mi Espíritu Santo será vuestro hacedor.

Serán los tiempos del Espíritu de Dios.

Serán los tiempos preapocalípticos llenos de gozo y de descanso.

Será una delicia la vida sobre la tierra.

Contemplareis permanentemente Mi gloria y Mi poder.

Y seréis dichosos viviendo en Mí y para Mí.

He dado muchos signos de Mi llegada fulgurante.

Y aún los habrá mayores para que os convirtáis.

Sólo Nos mueve el inmenso amor por las almas.

Sólo Nos mueve la misericordia.

Sólo Nos mueve vuestra salvación.

AMEN.



27 Julio 2009



20,00 p.m.



Jesús:

Quiero que vivas confiada en Mí por completo.

Nada te faltará si te fías de Mí.

Vive de Mi palabra.



En la homilía, el sacerdote ha repetido las palabras que me ha dicho Jesús.



28 Julio 2009



19,38 p.m.



Le pregunto al Señor si quiere que reserve, por ejemplo dos horas por la tarde, para orar porque mucha gente es lo que hace y así me lo ha aconsejado un sacerdote amigo para tener un orden de vida.



Jesús me responde que no.

Que eso es como si Él estuviera de visita en dos horas programadas y que entre dos esposos no se han de poner tiempos.

Que Yo esté siempre disponible para Él como Él lo está conmigo.

Que no le agradan las oraciones forzadas ni metidas en unos tiempos humanos.

Qué quiere estar siempre y en todo momento presente para nosotros.

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